Elegir la talla adecuada asegura comodidad, movilidad y buena presentación del estudiante, evitando prendas demasiado ajustadas o demasiado holgadas.
Tomar medidas precisas
Para seleccionar la talla correcta, es fundamental medir al alumno de forma correcta:
- Altura: Desde la cabeza hasta los pies, sin zapatos.
- Pecho y cintura: Medir alrededor del torso en la parte más ancha.
- Cadera: Especialmente importante para pantalones o polleras.
- Largo de brazos y piernas: Para mangas y pantalones.
Consultar la tabla de tallas del colegio o proveedor
- Cada institución o proveedor suele tener su propia tabla de tallas, que relaciona medidas con talles (S, M, L, XL, 10, 12, 14, etc.).
- Comparar las medidas del alumno con la tabla antes de comprar.
- En caso de dudas, es mejor elegir una talla ligeramente más grande, para que el niño pueda usarla varios meses sin que le quede corta.
Probar el uniforme
- Probar la prenda antes de la compra permite verificar comodidad, libertad de movimiento y caída adecuada.
- Revisar que las mangas, el largo del pantalón o pollera y la cintura se ajusten correctamente.
Tener en cuenta crecimiento y temporadas
- Considerar que los niños y adolescentes crecen rápido, sobre todo entre un año escolar y otro.
- Ajustar la elección según si el uniforme se usará en verano o invierno (más capas pueden necesitar tallas ligeramente mayores).
Recomendaciones adicionales
- Evitar prendas muy ajustadas que limiten movimiento o incomoden al alumno.
- Para uniformes escolares, la presentación y el cumplimiento de la normativa son importantes; no sacrificar ajuste por estética.
- Guardar los recibos por si se necesita cambiar talla por crecimiento o error de medida.