Un correcto cuidado del uniforme ayuda a prolongar su vida útil, mantener su apariencia y cumplir con las normas del colegio.
Lavado
- Separar colores: Lavar las prendas claras por un lado y las oscuras por otro para evitar transferencias de color.
- Usar detergentes suaves: Evitan que los colores se desgasten y protegen las fibras.
- Temperatura adecuada: Seguir la etiqueta; normalmente agua fría o tibia es suficiente.
- Evitar blanqueadores fuertes: Pueden dañar los colores y los logos bordados o estampados.
- No sobrecargar la lavadora: Permite un lavado más uniforme y menos arrugas.
Planchado
- Respetar la etiqueta: Cada prenda indica la temperatura ideal de planchado.
- Planchar del revés: Protege estampados, logos y bordados.
- Evitar vapor excesivo en tejidos delicados: Puede deformar la prenda o encogerla.
Secado
- Secado al aire: Evita el desgaste que genera el secado a máquina.
- Evitar la luz solar directa prolongada: Previene que los colores se decoloren.
- Colgar en perchas: Mantiene la forma de camisas, blusas y chaquetas.
Conservación
- Guardar en lugar ventilado y limpio: Evita humedad, moho y malos olores.
- Revisar regularmente: Reparar botones sueltos, cierres o pequeños rasguños para mantener la presentación.
- Rotar prendas: Alternar uniformes ayuda a que duren más tiempo.
Consejos Adicionales
- Etiquetar las prendas con el nombre del alumno, sobre todo en escuelas con muchos niños.
- Evitar el uso de uniformes escolares para actividades extremas o fuera del colegio que puedan dañarlos.
- Considerar comprar uniformes de repuesto para días de emergencia o crecimiento rápido del niño.